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Microbiota e inmunidad
Actualmente se habla mucho de la relación que existe entre la microbiota y el sistema inmunitario. Y sin embargo, la relación entre la microbiota y la inmunidad es poco evidente. Le proponemos un dosier para responder a las siguientes preguntas: ¿por qué se relacionan la microbiota y la inmunidad? ¿Cómo actuar en su microbiota y potenciar su inmunidad?
Microbiota y equilibrio: lo que hay que saber
¿Qué es la microbiota?
En primer lugar, es conveniente recordar unas nociones y definiciones básicas. Especialmente la microbiota: ¿qué hay detrás de esta palabra? Con este término, se designa “el conjunto de microorganismos presentes en un organismo vivo, en particular el ser humano” [1]. En efecto, nuestro cuerpo alberga bacterias y otros microorganismos. Todos tenemos cerca de 100 billones [2]. Es mucho más que nuestras propias células. Hablamos de microbiota intestinal o de flora intestinal, pero también de microbiota vaginal, cutánea, pulmonar, etc. La microbiota intestinal es la más importante, con entre 1012 y 1014 microorganismos presentes en nuestro tracto digestivo [3]. Cada vez se considera más como un órgano de pleno derecho. La microbiota está compuesta por especies variadas. Cada individuo tiene su propia diversidad de especies, haciendo que su microbiota sea única. Podría compararse con una huella dactilar.
El frágil equilibrio de la microbiota: eubiosis y disbiosis
En lo relativo a la microbiota, todo es una cuestión de equilibrio. En condiciones normales, hablamos de eubiosis. Este término significa que la microbiota intestinal está en equilibrio. En algunos casos, se observa un desequilibrio de la microbiota. Entonces se habla de disbiosis.
El impacto de la disbiosis en la salud puede ser múltiple: cansancio, diarrea, estreñimiento, hinchazón, trastornos de la digestión o incluso inmunodeficiencia. Esta disbiosis puede estar relacionada con factores externos como la ingesta de antibióticos o un cambio de dieta. En efecto, el equilibrio de nuestra microbiota intestinal está estrechamente relacionado con lo que comemos. Volveremos a tratar este tema más adelante.
El equilibrio de la microbiota y las EIIC [i] (enfermedades intestinales inflamatorias crónicas)
La microbiota es un tema muy estudiado actualmente en este ámbito. Se han establecido muchas relaciones entre los desequilibrios de la microbiota y las EIIC. Los investigadores destacan una relación entre la aparición de las EIIC y las anomalías de la microbiota [4]. La microbiota intestinal aparece como una pista muy seria para comprender muchos mecanismos.
¿Por qué se vinculan microbiota e inmunidad?
¿Cómo funciona el sistema inmunitario?
El sistema inmunitario garantiza las defensas de nuestro organismo. Nos protege de todas las amenazas diarias y hace que intervengan varios actores:
- Barreras físicas, como la piel
- Los glóbulos blancos
- Moléculas como los anticuerpos
- Órganos específicos.
Esto incluye los órganos donde se producen las células inmunitarias, como la médula espinal. También incluye los órganos donde actúan, como los ganglios linfáticos.
Existen varios tipos de inmunidad:
- La inmunidad innata, que tenemos al nacer
- La inmunidad adquirida o adaptativa, que se desarrolla a medida que sufrimos infecciones que son combatidas por nuestro cuerpo.
¡Nuestra inmunidad se perfecciona a lo largo de toda nuestra vida! Nuestro sistema inmunitario, siempre en alerta, nos permite defendernos de las agresiones externas. Por tanto, tenemos que cuidarlo.
La microbiota intestinal y la inmunidad son interdependientes
Así pues, ¿qué relación existe entre la microbiota intestinal y la inmunidad? Tendemos a pensar únicamente en el cometido de la microbiota intestinal en los trastornos digestivos.
Y sin embargo, la microbiota intestinal es un elemento clave de la inmunidad intestinal. Estos son los tres elementos clave que componen el ecosistema intestinal y funcionan en sinergia.
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La mucosa intestinal
Es el elemento superficial de la pared intestinal. La mucosa “tapiza” el intestino. Desempeña un auténtico papel de barrera selectiva y garantiza la estanqueidad frente a elementos patógenos. ¡Su papel en la inmunidad es fundamental! En efecto, sólo debe dejar pasar los elementos de interés como los nutrientes, las vitaminas y los minerales que, al final, llegarán al torrente sanguíneo. Estos elementos proceden de nuestra alimentación y son esenciales para nuestra supervivencia. En este caso, hablamos de “permeabilidad selectiva”. Cuando esta permeabilidad se altera, las moléculas indeseables pueden pasar. El paso de estas sustancias a la circulación general es el punto de partida común de muchos trastornos.
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La microbiota intestinal
Como hemos visto, se trata de la microbiota más presente en nuestro cuerpo. Coloniza las paredes del estómago y de los intestinos y se concentra en el colon. Aquí es donde se encuentra la mayor densidad de bacterias (entre 10.000 millones y 10 billones de bacterias/ml [5]).
Ante todo, la microbiota intestinal desempeña un papel clave durante los primeros años de vida. Permite que el cuerpo desarrolle la inmunidad intestinal. En otras palabras, ayuda al cuerpo a distinguir entre especies enemigas (patógenos) y amigas (comensales). En resumen, se trata de una auténtica educación. Con una microbiota alterada en este período, como por ejemplo al tomar antibióticos, es posible que el riesgo de desarrollar alergias sea mayor.
A lo largo de la vida, su papel es fundamental para el efecto barrera de la mucosa intestinal, que lucha contra las sustancias indeseables. Al colonizar la mucosa, impide que los patógenos pasen y colonicen el intestino. La microbiota compite con las bacterias patógenas y también produce sustancias bactericidas. Se trata de un auténtico soldado para el sistema inmunitario.
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El sistema inmunitario intestinal
El sistema inmunitario protege el organismo contra los agresores, en particular mediante la producción de anticuerpos. Ahora bien, el 70% de las células inmunitarias se encuentra en el intestino, lo que ilustra la importancia del sistema inmunitario intestinal3.
Una relación entre la microbiota y la inflamación [6]
También existe una relación entre la microbiota y la inflamación. Recordemos que la inflamación está estrechamente relacionada con la inmunidad. Cuando nuestro cuerpo está en presencia de elementos patógenos, la inflamación es una de las reacciones inmunitarias observadas. Todavía se están llevando a cabo investigaciones para determinar la relación precisa entre la flora intestinal y la inflamación. Por ahora, parecería que la microbiota intestinal se modifica durante la inflamación. Actualmente, los investigadores están tratando de determinar si se trata de una causa o de una consecuencia; es probable que sean ambas. Este mecanismo, entre otros, estaría implicado en la obesidad.
Por tanto, la microbiota intestinal es esencial en la inmunidad intestinal. Por ello, es importante protegerla.
El mundo de los bióticos: pre y probióticos
Más allá de la microbiota, se suele hablar de prebióticos o probióticos. Repasemos estas nociones esenciales para el mantenimiento de la eubiosis en el organismo.
Los prebióticos, imprescindibles para la microbiota intestinal
Probióticos: bacterias amigas del organismo
Frecuentemente asociados con los prebióticos, habrá oído hablar de los probióticos. Según la definición de la Organización Mundial de la Salud, se trata de microorganismos vivos que, cuando se administran en cantidades adecuadas, confieren un beneficio para la salud del huésped.
El término probiótico podría traducirse como “pro”, para y “biotis”, vida. Así, estas bacterias se designan como “para la vida”. ¡Un nombre que dice mucho de su interés!
Se trata principalmente de bacterias lácticas, como los Lactobacillus o Bifidobacterium. Se denominan así porque producen ácido láctico. En efecto, cuando viven, convierten los azúcares (glucosa, lactosa, etc.) en ácido láctico.
Identificar los probióticos
Cuando hablamos de probióticos, es importante saber cómo identificarlos. Cuando se trata de nombrar una cepa probiótica de forma precisa, encontrará tres informaciones:
- El género: Lactobacillus por ejemplo
- La especie: rhamnosus
- La designación de la cepa, con letras o cifras: GG
Por tanto, el nombre completo de esta cepa es Lactobacillus rhamnosus GG. Para facilitarle la lectura, hablaremos simplemente de fermentos lácticos.
Cantidad no es sinónimo de eficacia:
También es necesario comprender las cantidades útiles para el organismo. En un complemento alimenticio inmunidad como Bactivit Defensas, encontrará 3.000 millones de UFC [ii] (Unidad Formadora de Colonias) de fermentos lácticos. Es decir, 3.000 millones de bacterias vivas. ¿Qué significa UFC? Se trata simplemente de la unidad que permite contar las bacterias vivas.
Seguramente podrá encontrar en el mercado productos con mayor o menor cantidad de fermentos lácticos. Sin embargo, los beneficios de los probióticos no son proporcionales a la dosis ingerida. Algunos estudios clínicos tratan este tema.
Un estudio [7] muestra, por ejemplo, resultados positivos con una dosis de 100 millones de UFC al día para los síntomas de colon irritable. Por el contrario, la dosis de 10.000 millones no mostró resultados significativos. Lo mismo ocurrió en un estudio [8] realizado sobre el tema del estreñimiento. Aquí, una dosis diaria de 1.000 millones de UFC muestra los mismos resultados que una dosis de 10.000 millones de UFC.
¿Por qué estos resultados? Porque no se trata de provocar una modificación significativa de la composición de la microbiota con la ingesta de probióticos. Dada la cantidad de bacterias que representa nuestra microbiota intestinal (como recordatorio, aproximadamente 100 billones), es una maniobra abocada al fracaso. Más bien, se trata de aportar una información de calidad a nuestras células intestinales e inmunitarias. En otras palabras, destacar sin desear reemplazar. Sin embargo, la situación es diferente en el caso de disbiosis grave.
A veces escuchará el término “simbiótico”. Designa una combinación positiva de pre y probióticos.
La dieta y la micronutrición: cuidar su microbiota y su inmunidad
¿Cómo potenciar su inmunidad? ¡Adoptando los gestos adecuados para su microbiota! En esta sección encontrará cómo dar prioridad a una dieta especial microbiota e inmunidad. Estos consejos van acompañados de recomendaciones generales, como una buena hidratación y limitar los alimentos demasiado grasos y demasiado azucarados, que tienden a desequilibrar nuestra microbiota [9].
Frutas y verduras ricas en fibra
Por qué la fibra
Como vimos anteriormente, la fibra es una auténtica aliada de la microbiota y contribuye a nutrir estos microorganismos. Los estudios muestran que un aporte importante de fibra permite el desarrollo de una gran diversidad de bacterias [10]. La microbiota es entonces más estable y más equilibrada.
Nuestro cuerpo no tiene la capacidad de digerir y absorber algunas fibras con enzimas, como lo hace con otros compuestos (proteínas, grasas, hidratos de carbono). Se denominan no digeribles. Las bacterias intestinales son las únicas capaces de degradar la fibra para producir ácidos grasos de cadena corta (AGCC). Estas moléculas son nutrientes para el intestino y mensajeros moleculares cuyos efectos aún se están estudiando.
Adoptar una dieta rica en fibra
Para el aporte de fibra, contamos con las frutas y verduras que, además, son fundamentales para una alimentación equilibrada. Puede consumir frutas y verduras frescas, por supuesto, pero también congeladas, en conserva, cocidas o crudas. También puede recargar fibra alimentaria con cereales integrales, aproximadamente dos veces más ricos en fibra que los cereales blancos [11].
Existen dos tipos de fibra: la soluble y la insoluble.
- La fibra soluble la utiliza mucho la microbiota como fuente de energía y es necesaria para el buen funcionamiento del intestino grueso. También está asociada a beneficios cardiovasculares [12] al contribuir, por ejemplo, a la regulación de la glucemia y la colesterolemia. Se encuentra en las ciruelas pasas, el brócoli, las zanahorias o incluso las semillas de chía, que puede espolvorear en sus postres.
- La fibra insoluble facilita el tránsito intestinal al aumentar el volumen de las heces y su contenido de agua, permitiendo “limpiar” los intestinos, arrastrando los desechos almacenados. Está presente en los cereales, las leguminosas o el calabacín.
En lo relativo a la fibra, la lógica es la misma que para la dieta: ¡diversificar! Es importante diversificar la dieta, lo que también contribuye a diversificar la microbiota intestinal.
En todo caso, cuidado con los falsos amigos. Por ejemplo, los zumos de fruta, contrariamente a lo que se podría pensar, son pobres en fibra. La extracción de los zumos elimina las partes ricas en fibra del zumo (piel, pericarpio, etc.). Las frutas secas contienen fibra, pero son muy azucarados, y su consumo debe ser moderado.
Los alimentos fermentados
Le presentamos los probióticos como bacterias lácticas y, por lo tanto, que provocan una fermentación. Podrá encontrarlos en alimentos fermentados. Para los más tradicionales de ustedes, el chucrut será su aliado. Pero están apareciendo nuevas bebidas en las secciones de los supermercados, e incluso puede elaborarlas usted mismo. El Kéfir y la kombucha son bebidas fermentadas con muchos beneficios. El kéfir, de origen caucásico, es una bebida fermentada a base de fruta o leche. En ambos casos, el principio es el mismo: utilizar una gran cantidad de microorganismos que permiten la fermentación del líquido. La kombucha es una bebida acidulada obtenida mediante el cultivo de levaduras y bacterias en un medio azucarado. Se puede consumir la tisana con azúcar y miel, por ejemplo. La kombucha es originaria de Extremo Oriente. Tanto el kéfir como la kombucha son bebidas que aún están poco difundidas. Le permitirán variar su vida diaria con nuevos sabores, mientras cuida su microbiota.
Micronutrición: una solución sencilla y eficaz para la inmunidad y la microbiota
Para cuidar su microbiota, puede considerarse la opción de la ingesta de fermentos lácticos y probióticos naturales. Los encontrará en productos lácteos fermentados o bebidas específicas.
Las soluciones de micronutrición también pueden ayudarle, y serán más prácticas de consumir. Bactivit Defensas, por ejemplo, es una mezcla sinérgica de tres cepas microbióticas específicas combinadas con vitaminas. Contiene vitamina C, por ejemplo, que contribuye al correcto funcionamiento del sistema inmunitario. Este complemento alimenticio de muy alta calidad le ayudará a reforzar sus defensas naturales mientras cuida su microbiota.
Microbiota: lo que nos depara el futuro
¡La microbiota es un tema muy amplio! Actualmente considerada una palanca indispensable para el bienestar, se están llevando a cabo muchos estudios sobre los temas de la microbiota. Además de su papel clave en la inmunidad, la microbiota se presenta como un vector importante para actuar sobre algunos trastornos. No sólo hablaremos de la microbiota intestinal y de la inmunidad. Podemos citar cuatro temas de interés para los investigadores: sobrepeso, equilibrio cardiovascular, estrés, salud de la piel y rendimiento deportivo.
Comprender mejor la obesidad
Actualmente, algunos estudios muestran que la microbiota de un paciente obeso es diferente a la de un sujeto sano. Este es, por ejemplo, el caso de un estudio publicado en 2016 [13]. Realizado en 84 niños y adolescentes, muestra que la microbiota intestinal en los obesos jóvenes tiende a ser más eficaz para digerir los azúcares que la de los jóvenes con un peso normal. También puede provocar una mayor acumulación de energía e in fine de depósito de grasa en los tejidos. La mayor parte de estos mecanismos aún debe determinarse, pero permiten comprender mejor la obesidad.
Microbiota y estrés
Cada vez se estudia más la relación que existe entre la microbiota intestinal y el funcionamiento del cerebro. Actualmente, la mayoría de los estudios destaca que es posible actuar de manera beneficiosa sobre los trastornos del estado de ánimo y, en particular, sobre los signos de la ansiedad regulando la microbiota intestinal [14]. Hablaremos de un “eje cerebro-intestino”.
Los desequilibrios cardiovasculares
Según algunos estudios, el riesgo cardiovascular y la microbiota intestinal estarían relacionados [15]. Los primeros resultados muestran que cuanto menor es la diversidad de la microbiota mayor es el riesgo cardiovascular. Además, en los participantes con riesgo cardiovascular se aprecia una ligera inflamación, relacionada con el desequilibrio de la microbiota.
El papel de la microbiota cutánea en la salud de la piel [16]
El papel de la microbiota cutánea se esclarece poco a poco. Esta microbiota también participa en la lucha contra las bacterias patógenas, protegiendo al huésped de una eventual colonización. Por tanto, la microbiota cutánea cumple un papel antibacteriano directo. Al igual que la microbiota intestinal, desempeña un cometido en la respuesta inmunitaria de la piel, por ejemplo en el control de infecciones cutáneas. A su escala, esta microbiota cutánea también participa en la inmunidad. Asimismo, existe una relación entre las disbiosis cutáneas y las patologías de la piel, como el acné, la dermatitis atópica o la psoriasis.
El rendimiento deportivo
Un estudio [17] publicado en Nature Medicine establece una relación entre una bacteria y el rendimiento deportivo de los maratonistas. Esta bacteria tiene la particularidad de utilizar el ácido láctico como fuente de energía. El ácido láctico lo producen los músculos durante el ejercicio físico. Cuando se acumula en los músculos durante un esfuerzo deportivo produce ardores musculares y calambres. ¡Los resultados de este estudio son alentadores!
Así pues, la microbiota intestinal está estrechamente relacionada con la inmunidad, por lo que es importante protegerla. Esto pasa por sencillos gestos, con una dieta variada y equilibrada. Para potenciar su sistema inmunitario, los complementos alimenticios también pueden ser buenos aliados. En todo caso, la microbiota parece estar implicada en muchos mecanismos del cuerpo humano, ¡y seguro que no ha terminado de sorprendernos!
[1] Dictionnaire médical de l’Académie de Médecine, « microbiote », 2020
[2] Institut Pasteur, dossier : microbiote, vers une révolution thérapeutique, 2020
[3] INSERM, Microbiote intestinal, 2016
[4] Lavelle et al., Gut microbiota-derived metabolites as key actors in inflammatory bowel disease, Review article, 2020
[5] INSERM, Microbiote intestinal, 2016
[6] Gut microbiota for heath, A la recherche du lien entre l’inflammation, le microbiote intestinal et l’obésité, 2017
[7] Whorwell PJ et al. Am J Gastroenterol 2006; 101(7):1581-90
[8] Eskesen D et al. Br J Nutr 2015; 114(10):1638-46.
[9] INSERM, Too much fat rapidly unbalances the intestinal flora (PR), 2016
[10] Zou J. et al. Fiber-Mediated Nourishment of Gut Microbiota Protects against Diet-Induced Obesity by Restoring IL-22-Mediated Colonic Health, 2018
[11] Ciqual, 2019
[12] https://www.fedecardio.org/Je-m-informe/Je-mange-equilibre/5-aliments-riches-en-fibres
[13] Gofreddi M. et al., Role of Gut Microbiota and Short Chain Fatty Acids in Modulating Energy Harvest and Fat Partitioning in Youth, 2016
[14] Yang B. et al., Effects of regulating intestinal microbiota on anxiety symptoms: A systematic review, 2019
[15] Fei N. et al. The human microbiota is associated with cardiometabolic risk across the epidemiologic transition. 2019
[16] Di Domizio J. et al. Le microbiote cutané : le poids lourd sort de l’ombre, 2016
[17] Scheiman J. et al., Meta-omics analysis of elite athletes identifies a performance-enhancing microbe that functions via lactate metabolism, 2019
[i] Enfermedad Intestinal Inflamatoria Crónica
[ii] Unidad Formadora de Colonias