Nuestra carta packaging
Como parte de nuestro procedimiento de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) y porque queremos respetar nuestro valioso medio ambiente, hemos optado por proponerles envases de PEHD vegetal.
Material plástico 100% vegetal, reciclable al final de su vida útil, esta elección nos permite reducir las emisiones de CO2 y obtener un excelente balance medioambiental. El plástico de origen vegetal tiene las mismas capacidades y características mecánicas que su homólogo de plástico a base de petróleo. Es protector, duradero y 100% reciclable.
Descubra los secretos, las ventajas y el proceso de fabricación del PEHD vegetal.
Envases certificados I’m green
Tecnología, innovación y durabilidad. La certificación I'm greenTM es el resultado de esta combinación.
I'm green
- El polietileno I'm greenTM es un plástico producido a partir de la caña de azúcar, una materia prima renovable, mientras que el polietileno tradicional utiliza materias primas de origen fósil como el petróleo o el gas natural. Por este motivo, el polietileno certificado I'm greenTM captura y fija el CO2 de la atmósfera durante su producción, lo que contribuye a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
El polietileno I'm GreenMC: un biopolímero innovador.
- Reduce las emisiones de gases de efecto invernadero: cada tonelada de producto I'm greenTM polietileno fabricado captura y retiene el CO2 de la atmósfera, lo que contribuye a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
- Es un recurso renovable - I'm greenTM El polietileno se produce a partir de la caña de azúcar, una fuente renovable. Los proveedores de etanol de Braskem deben respetar los principios de desarrollo sostenible enunciados en el “Código de conducta para los proveedores de etanol”. El etanol brasileño tiene características que le confieren una ventaja sobre otras opciones de materias primas renovables.
- Es reciclable - I'm greenTM El polietileno es reciclable en la misma cadena que la utilizada para reciclar el polietileno tradicional a partir de fuentes fósiles. I'm greenTM Dado que el polietileno no es biodegradable, el CO2 capturado por el producto permanece fijo durante todo el ciclo de vida del plástico.
- Conserva las mismas propiedades técnicas. El polietileno I'm greenTM tiene las mismas propiedades técnicas, apariencia y polivalencia que las aplicaciones de polietileno de origen fósil. La sustitución del polietileno de origen fósil por el I'm greenTM no requiere ninguna inversión en nuevas máquinas para la transformación del plástico.
Un plástico vegetal procedente de la caña de azúcar
El PE vegetal, o plástico de base biológica, es un plástico elaborado a partir de etanol procedente de la caña de azúcar, que tiene las mismas propiedades de protección y de conservación que un PE convencional.
Su cosecha tiene lugar durante unos 8 meses y la producción se realiza las 24 horas del día. Una vez cosechada, la caña de azúcar se envía a trituradoras para ser separada en 2 entidades: azúcar y etanol.
El azúcar se fermenta y se destila para producir etanol, que luego se deshidrata para crear etileno, que a su vez se polimeriza para producir plástico 100% vegetal.
La caña de azúcar es un ejemplo de cultivo polivalente y renovable que puede utilizarse como fuente de energía limpia y como materia prima para la producción de múltiples productos.
Un reducido impacto medioambiental
Fabricadas sin utilizar petróleo, las botellas de plástico vegetal emiten un 75% menos de CO2 que las botellas convencionales: una hectárea de caña de azúcar puede producir hasta 3 toneladas de plástico vegetal, es decir, una reducción de 7,5 toneladas de C02.
Auténtico recurso renovable, el plástico vegetal no requiere el uso de pesticidas o OMG y la rotación de los cultivos favorece la regeneración de los suelos, dejándolos intactos y preservados.
Residuos reciclables al final de su vida útil
¡Los residuos de la caña de azúcar reciclados en electricidad!
Las fábricas brasileñas queman los residuos de la caña de azúcar y así producen su propia electricidad. En efecto, el bagazo se almacena temporalmente y luego se quema para producir energía que se utiliza para la producción de caña de azúcar.
También genera excedentes de electricidad que se utilizan para alimentar a las ciudades vecinas, que así se vuelven autosuficientes durante unos 4 meses.
Este proceso de reciclaje también genera un líquido muy rico en nutrientes, que sirve como fertilizante para el cultivo.